sábado, 18 de marzo de 2017

Invisibilidad

Soy yo, el invisible. Ése que se confunde con la materia translúcida de las ventanas en tus trenes, que flota en el rebufo de tus andares mientras camina sin ganas hacia un trabajo invisible, que esperará a que transcurran nueve horas invisibles para volver a imaginar que algo, presuntamente invisible, pudiera suceder y entonces me miraras con esos ojos tuyos de mar sereno repleto de corales y peces traviesos, y me hablaras con un tono de voz íntimo, como en las películas donde pasan cosas bonitas, mientras lentamente me vuelvo invisible como los trenes que se adentran en la noche.