domingo, 10 de julio de 2016

De reflexiones y espejos

Qué mal nos sienta madrugar, Matilde. Vaya pelos me llevas, pareces la niña del exorcista. Yo también tengo lo mío, con este peinado a lo Nicholson en "El  resplandor" ... para lo que hemos quedado, Matilde, un loco y una endemoniada. Dices que el espejo del baño te hace arrugas, que deberíamos cambiarlo por otro más desenfocado, uno modelo Sara Montiel que has visto no sé dónde, pero con esta crisis ya me dirás, como mucho nos da para uno del parque de atracciones, ése que adelgaza la figura, que uno se ve con otro lustre y lleva el día de otra manera, aunque lo mío no tiene remedio, Matilde, tú al menos puedes alicatarte la cara con esos polvos tuyos que hacen milagros, pero a mí ni el Photoshop, Qué lástima, con lo que hemos sido, Matilde. Madrugar no es bueno, ya lo decía mi tío, que se conservaba bien y dormía como un lirón, por el aire del campo decía, aunque tuviera querencia al aire de tasca y al aroma de vino peleón. 



Ya suena la cafetera, Matilde, apúrate, que se nos hace tarde.